jueves, 18 de septiembre de 2014

UN PASEO POR LA PASTORA

a través del tiempo


"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
-Gabriel García Márquez-



Por : Guillermo Sáez Álvarez

Mucho he hablado de la emblemática parroquia La Pastora que encierra tantas historias, pero hoy quiero dar un paseo a través del tiempo comenzando en 1930, cuando, llegados de Zaraza, mis abuelos, mis padres y mis tíos nos instalamos en aquella casona de Truco a Guanábano durante 18 años muy cerca del famoso puente al cual llegaron a llamar “El revólver del pueblo” pues fue el sitio predilecto de aquellos obstinados de este mundo que decidieron terminar con sus penas lanzándose por sobre sus barandas y aterrizar 30 metros más abajo, aunque a veces “acuatizar” sobre las tranquilas aguas del río Catuche, incapaces de amortiguar la brutal caída.

Me he decidido hacer este viaje a través del tiempo como testigo presencial de aquella época cuando para llegar a Caracas, el viajero tenía obligatoriamente que recorrer en coche, el empedrado “camino de los españoles” nombre con el que fue bautizado posteriormente y que todavía se conserva recordando con seguridad a sus constructores, siglos atrás, cuando el macizo avileño, custodio de la Caracas de los techos rojos, no conocía aún la rueda. Sin embargo, no voy a comenzar por donde llegó Humboldt, o Pérez Bonalde, o tantos otros que arribaron por la Puerta de Caracas, cumbre de La Pastora.

Mi camino comenzará en la esquina del Truco, ya en los límites de la Parroquia Altagracia algo más abajo de nuestra casa porque esa esquina siempre la consideramos pastoreña y nunca tomamos en cuenta un límite que para nosotros solo era virtual sin contar que era un sitio habitual de reunión con amigos todos pastoreños. Además, la familia Landa, quienes vivían de Truco a Cardones hacía la mejor jalea de mango de toda la parroquia e imposible de olvidar. Tampoco a Oswaldo-con su moto -Indian-, a José Manuel, los Brunicardi o los Sucre un poco más allá. Imposible no recordar a los Donzella, dueños de la famosa cervecería, y que vivían frente a nosotros, los Colimodio, que vendían instrumentos de medicina. Obviamente no me voy a detener en 1930. Estoy hablando del período desde nuestra llegada a La Pastora y 1948.

En la propia esquina de El Guanábano había varios negocios: La bodega La Lucha, una panadería, una carnicería, un bar y una quincalla: la quincalla del turco Abraham, a quien yo le tomaba el pelo preguntándole si tenía agujas de coser peroles. Abraham tenía una joven ayudante a quien le causaban mucha risa mis bromas. Cuando uno llegaba a la esquina de El Guanábano tenía dos alternativas: seguir por el puente hasta la esquina de Dos Pilitas, pasando por el Parque Sanabria o cruzar a la izquierda, hacia la esquina de Amadores para pasar frente a la casa donde murió arrollado por el único carro que había en Caracas, el 29 de junio de 1919. Optamos por ambas; subimos hasta el Parque Sanabria, nos devolvimos y llegamos a la esquina de Urapal (donde hoy está el Museo Arturo Michelena) . Hay que tener en cuenta que la parroquia, con el crecimiento de Caracas, corría el riesgo de ir sucumbiendo a la picota del progreso y un movimiento vecinal lo impidió años más tarde de nuestra partida, pues ya varias casas habían sido derribadas.

PLAZA DE LA PASTORA Y LOS CARNAVALES

Aquí debo enmendar un error histórico que aparece en una crónica: el primer cine que hubo en La Pastora fue el PLAZA. Con el tiempo hubo 3 cines más.

Los carnavales de La Pastora fueron tan populares que no salían de la plaza; durante el día los niños y sus disfraces, alguna carrozas y por la noches los adultos se adueñaban de la plaza y sus alrededores; en su perímetro las aceras llenas de gente de todas las edades gritando ¡ aquí es…aquí es…muchos jóvenes paseando y buscando algún levante, y en la plaza misma las parejas rumbeando hasta bien pasada las 12 de la noche. Era todo un bonche.

LA NAVIDAD

La navidad también era una atracción. Por un lado la misa que las abuelas no se pelaban. Por otro, las vendedoras de arepitas de papelón y otras golosinas en espera de los patinadores que regresaban de Los Caobos o la Avenida La Paz. Allí amanecían luego de saborear las sabrosas arepitas, y a eso de las cinco de la mañana; pa ´su casa.

La Pastora termina en La Puerta de Caracas, varias cuadras más arriba, pero antes hay que destacar 2 cosas: la iglesia conserva el famoso cuadro de Cristóbal Rojas, El Purgatorio Y la otra que de la iglesia, bajando hacia el este está una calle llamada : la bajada de los perros por su inclinación. (Aunque dependiendo de donde vengas podría llamarse : la subida de los perros. Se ignora el origen del nombre.

Este relato tiene muchos años, y como pastoreño de corazón conservo la esperanza de que la parroquia haya soportado los rigores del progreso, así como muchos techos rojos.

Por: Guillermo Sáez Álvarez,
17 de septiembre de 2014




LA PASTORA SE PREPARA PARA LA CELEBRACIÓN DEL 436avo ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN Y DE LOS 150 AÑOS DEL DECRETO QUE LA CONVIERTE EN PARROQUIA CIVIL Y ECLESIÁSTICA. EL ANTERIOR ARTÍCULO DEL COMPAÑERO DE BLOG GUILLERMOS SÁEZ ÁLVAREZ QUIERE SER EL HUMILDE HOMENAJE DE ESTA PÁGINA A ESOS ACONTECIMIENTOS…

A CONTINUACIÓN FACSÍMIL DEL PROGRAMA PREVISTO PARA EL MES DE OCTUBRE EL CUAL NOS FUE REMITIDO POR EL SR. VÍCTOR ZAMBRANO, ACTUAL RESIDENTE DE ESA PARROQUIA.

 




1 comentario:

LOS COMENTARIOS SERÁN REVISASOS POR LOS ADMINISTRADORES; NO SE MOSTRARÁN INMEDIATAMENTE; ASÍ QUE ESPERA A QUE SEAN APROBADOS... GRACIAS