Einstein predijo que después de una tercera guerra mundial, los hombres que quedaran se tirarían piedras...
POR: GUILLERMO SÁEZ
ÁLVAREZ.
Luego de la tercera y última guerra mundial del
año 2018, la tierra, o lo que
quedó de ella a causa de las bombas nucleares,
estaba aun radioactiva y su
superficie muy similar
al planeta Marte.
Sin embargo, a más de un metro de profundidad, un
complejo de pequeños túneles que
formaban una intrincada red, y sus habitantes que se contaban por cientos de millones sobrevivieron
a la catástrofe, acostumbradas
como estaban a vivir
bajo tierra.
Eran las hormigas, ese pequeño insecto que posee el
cerebro más grande en proporción a su tamaño.
La hormiga es un insecto sociable que vive en colonias y existen mas de 100.000
especies. Cada colonia tiene una o más
reinas sin las cuales no podrían sobrevivir ni multiplicarse, pues son las reinas,
que al ser fecundadas , producen miles
de huevos cada uno de los cuales será una nueva hormiga con una
función específica, ya que tienen una organización perfecta y desde el mismo
momento de nacer sabe el trabajo que le tocará hacer.
Las hormigas no hablan, se valen de muchos trucos para comunicarse y saber donde hay
alimento. Por ejemplo; si en muchos
metros a la redonda hay una cucaracha muerta, basta que una, solo una de ellas
detecte el olor para que en menos de una hora y sin saber de dónde salen, la
presa esté rodeada.
Las hormigas recolectoras de hojas, las agricultoras, se ven por miles
cargando un trocito de hoja 100 veces más
pesado que ella, y todas se dirigen al nido donde las ponen a fermentar,
produciendo un licor que las alimenta.
La reina es objeto de todos los cuidados, siendo su único
trabajo poner huevos para perpetuar la especie.
Existen también las hormigas guerreras, encargadas de
evitar que otra especie belicosa invada
sus nidos, maten a la reina y roben sus reservas de alimento.
Aunque no se ha comprobado que posean inteligencia, cada
una sabe lo que debe hacer. Es posible que posean un instinto primitivo
similar.
Por ejemplo, cuando alguien las ve caminar en sentido contrario
y se detienen un instante como saludándose, es precisamente lo que hacen:
saludarse.
¿Pero cómo
sobrevivió este insecto a la hecatombe
nuclear?
Al caer la primeras bombas deben haber muerto millones de ellas. Las
sobrevivientes se apresuraron a refugiarse en sus nidos llevando algo de
alimento y protegiendo a las reinas. Tan pronto llegaron se dedicaron a
profundizar aun mas sus guaridas. Otras bombas mataron a muchas otras que se
arriesgaron a buscar más alimento. Pero sus agudos sentidos detectaron la
radioactividad que las obligó a construir más túneles, pero por sobre todo,
salvar a las reinas , ya que sin ellas morirían todas.
Cada colonia de hormigas puede tener muchas reinas que al
aparearse engendrarán mas hormigas.
Algunas de ellas mueren y otras nacen estériles que al crecer serán las
obreras.
¿Pero cómo sobrevivieron bajo tierra durante tantos años
mientras existiera radioactividad?
Muchas de ellas morían al subir a la superficie en busca
de alimento, pero tenían que sacrificarse o se extinguiría la especie. Otras se
quedaban bajo tierra cultivando hongos para alimentarse, pero estos no eran
suficientes para todas. Sin embargo, sus
agudos sentidos le decían que la radioactividad había bajado notablemente (ya
existían algunas plantas cuyas raíces sobrevivieron) y algunas hormigas se
hicieron inmunes por lo cual serían las encargadas de buscar el alimento que
faltara. Habían pasado 8000 años desde el día que cayó la primera bomba y
estaban en el año 10.016. Había pasado
lo peor, y la tenacidad de las hormigas logró que la especie sobreviviera y
continuara sobreviviendo por muchos años más, por el tiempo necesario para que
todas ellas subieran a la superficie de aquel planeta muerto y se convirtieran
en dueñas de él.
Cuando Einstein predijo que después de una tercera guerra
mundial, los hombres que quedaran se tirarían piedras ¡no contó con las
hormigas¡
Por: Guillermo Sáez Álvarez.
02/03/2017.