EL MERCADO LIBRE DE CHACAO (años 40's),

el que se perdió en el modernismo del progreso…

Chacao, donde los mangos nacen, crecen, reverdecen, maduran, y luego:

-ese pepero-   

(Anónimo)

Por: Guillermo Sáez Álvarez

Cuando aún no existían en Caracas los Supermercados, ni la avenida Francisco de Miranda, ni el pulpo, ni la araña ni ninguna de esas avenidas modernas,  cuando aún no existía esa fauna de concreto de la gran ciudad metropolitana, allá por los años 40, setenta y pico de años atrás, la población de Chacao, o “Chacado” como le decía -por dárselas de “curta”- una humilde señora petareña, la gente agarraba su bolsa, (mientras más grande mejor) y se hacía acompañar de los muchachos, cada uno con su respectiva bolsa o bolsita según su edad, y se dirigía al MERCADO DE CHACAO, así con mayúsculas, por supuesto si vivía por los alrededores a hacer sus compras de la semana.

Chacao, escenas del Mercado
(1853) 

Era un sitio al aire libre, en el centro de Chacao, colindando con la Iglesia y la calle Blandín, muy popular durante bastantes años, (no pensaba Irene Sáez en nacer) y donde se conseguía de todo, y cuando digo de todo, es verdaderamente de todo. Por esa época nadie hablaba de escasez. Cuando hablo del Mercado de Chacao, tengo que recurrir a mi memoria algo obsoleta, pero funcionando, dado que busqué en Internet y no me dio información, al menos la que yo buscaba que era la de antaño. (A Chacao ni con el pétalo de una rosa)

Claro que existe el Mercado Municipal de Chacao (*), el moderno y techado, pero yo hablo de aquel pintoresco mercado al aire libre, pionero de los muchos mercados libres, o al aire libre que existieron en la hoy congestionada metrópoli hasta que llegaron los llamados supermercados, que de “súper” solo tienen el tamaño, pues anda a buscar leche, aceite, café, azúcar y muchos otros alimentos de primera necesidad a ver si consigues algo que no haya desaparecido por obra y gracia del espíritu santo, o será más bien por obra y gracia de los acaparadores… ¡¡ahhh!!… pero eso sí, no tienes que andar con una bolsa guindando porque para eso la modernidad nos trajo los carritos, donde cómodamente vas metiendo lo que consigas esa día si estás de suerte.

Chacao, Plaza Bolívar, 1920

Quizás lo que hoy escribo ya alguien lo haya escrito pero quisiera saber quién, y si existe algún libro o publicación al respecto. Es posible que en la prensa de entonces se hable de aquel mercado que fue tan popular. Pienso que tendría que recurrir a la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y dificulto que a mi edad, y viviendo en Margarita, me aventure a ir.

También quisiera saber si aún existe un remanente- ya que tengo varios años sin ir a Caracas- de aquel antiguo mercado al aire libre, y si es positivo, pido disculpas a los lectores por mi ignorancia. Sin embargo, pienso que es válido hablar de los recuerdos que conservo.

Pero sí hay muchas fotos relativamente nuevas de ventorrillos al aire libre para ilustrar este escrito, pues todos se parecen, pero EL MERCADO DE CHACAO que yo conocí tenía nombre y apellido.

A lo mejor estoy hablando de un viejo que hace setenta años era un alegre joven y aún vive, pero como las mujeres coquetas, niega su edad.

Por: Guillermo Sáez Álvarez,

julio 2014.

(*) Por supuesto que hoy día existe el Mercado Municipal de Chacao y muchas fotos que al menos pueden servirnos de referencia, o servirle de referencia a los más jóvenes, pues aquel mercado de Chacao era al aire libre, y quizás fue el pionero de los llamados mercados libres o mercados al aire libre que existieron en muchos sitios de la ciudad al menos mientras fueron apareciendo los supermercados donde cada quien agarra su carrito y compra cómodamente lo que pueda conseguir si tiene suerte -y no han desaparecido- los alimentos básicos como leche, aceite, azúcar, café y varias etcéteras.