o los empresarios de la economía informal…
Buhonero se deriva de "bufón". Una forma desusada, sin dudas, el buhonero (a veces conocido como vendedor ambulante, especialmente en América Latina) es el trabajador de la economía informal que comercia con distintos bienes de consumo…
Por: Guillermo Sáez Álvarez
Dentro de la cultura popular de algunos países americanos y también en la Caracas de los Techos rojos fue muy popular la figura del los vendedores ambulantes que pregonaban su mercancía a grito pelado por las calles de la ciudad.
Bien podía ser el de la miel de abejas, quien pregonaba su mercancía en verso. Eran versos llenos de humor que hacían las delicias de niños y adultos y se vendía como pan caliente:
PREGONERO |
“La miel de abejas, buena para los jóvenes y mejor para las viejas”
“Señora compre la miel y se sentirá como un clavel”
“Esta miel es del panal y no cuesta mucho real”
Y así por el estilo.
Y el que vendía galletas de María:
“Señora María, señor Julián, cómpreme galletas, qué ricas´tan”
“Las galletas de María le dan fuerzas todo el día”
Y el del pan de de horno abiscochao:
“Pan de horno abiscochao, sabrosito y bien tostao, y de verdad que era bueno y hoy no se consigue.
VENDEDOR AMBULANTE |
Y así pasaban otros y otros. El que vendía queso de mano, el que cambiaba ollas y peroles de cocina por ropa usada, el amolador y su flauta, el zapatero remendón, el limpia botas, el carpintero, el electricista, el frutero, y así muchas otras cosas.
Era una Caracas pintoresca, y prácticamente todo pasaba por la puerta de la casa. Era fácil conseguir un servicio a domicilio, no como ahora que nos cuesta conseguir un carpintero para que nos arregle el closet, o una plancha, o la licuadora o arreglar un corto circuito o un plomero, ya que cualquier servicio cuesta un ojo de la cara aunque sea fácil conseguirlo por internet.
Era una Caracas pintoresca, y prácticamente todo pasaba por la puerta de la casa. Era fácil conseguir un servicio a domicilio, no como ahora que nos cuesta conseguir un carpintero para que nos arregle el closet, o una plancha, o la licuadora o arreglar un corto circuito o un plomero, ya que cualquier servicio cuesta un ojo de la cara aunque sea fácil conseguirlo por internet.
Otro tipo de vendedor callejero es el buhonero o vendedor informal como les dicen, que arman sus tarantines en calles céntricas y venden casi cualquier cosa, libros, nuevos y usados, donde puedes comprar desde una Biblia, cualquier libro, novela, best seller, baratijas, discos, películas, harina pan, arroz, frutas, aceite, dulces, golosinas, o cualquier cosa que no consigas en el supermercado, pues las compran y revenden con super precios la mayoría de las veces.
Los buhoneros son como las hormigas que se multiplican por millares ocupando las principales aceras de la ciudad, y claro, muchas veces hasta obstruyen la circulación, pero, claro, a falta de empleos es una forma de ganarse la vida y forman parte de la vida de la ciudad de los techos rojos, techos que están quedando en el pasado y sustituidos por grandes edificios que van formando la selva de concreto, llenas de gente, carros, y el bullicio propio de las grandes metrópolis.
Por: Guillermo Sáez Álvarez,
julio 2014.
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