"¿Acaso el sueño no es el testimonio del ser perdido, de un ser que se pierde, de un ser que huye de nuestro ser, incluso si podemos repetirlo, volver a encontrarlo en su extraña transformación?" - Gastón Bachelard -
Por: Guillermo Sáez Álvarez
Oswaldo era el menor de mis siete tíos que vivimos en la casa de La Pastora. Mis abuelos tuvieron seis hijos varones y una hembra. El mayor era mi padre. Le seguían Noé, José, Oscar, Aquilino, Lourdes y Oswaldo.
Corría el año 1937. Yo tenía solo 12 años, pero lo recuerdo muy bien.
Oswaldo tenía un carácter retraído y se la pasaba metido en su cuarto rodeado de libros por todas partes. Dicen que aprendió por su cuenta 2 idiomas. Uno de ellos era el inglés y no recuerdo cual era el otro. Había libros de matemáticas, ingeniería, novelas y no sé cuantas cosas más. Todo esto lo sé porque entrábamos a su cuarto cuando salía. Hablaba poco con uno y con la muchacha de servicio era bastante malcriado.
No recuerdo muy bien, pero mi papá, tío José, tío Oscar y tío Noé hablaban mucho y parece que tenían un negocio entre manos del cual nunca me enteré ni lo sabré jamás, pues todos han muerto.
Es posible y no lo puedo asegurar que había un dinero de por medio para comenzar el negocio y se lo entregaron a Oswaldo, quien supuestamente lo gastó en algo diferente provocando un disgusto entre los hermanos. El más perjudicado fue mi tío José quien corrió a Oswaldo, que avergonzado se marchó de la casa nadie sabe dónde.
Así pasó como un año y un día cualquiera el tío Oswaldo aparece con una mujer de apariencia extrajera, quizás gringa. Llegó pidiendo dinero y mi padre no solo lo perdonó, sino que lo ayudó en varias ocasiones. Hay algo que tengo borroso en mi mente: si estaban mis abuelos cuando él estuvo en la casa.
Un día cualquiera nos visitó sin la mujer y hasta habló conmigo. Luego salió y nunca se supo más de él.
El año 1939 murió mi abuelo y Oswaldo no daba muestras de vida. Supongo que no siquiera se enteró, y si lo supo no le importó.
Pasaron varios años sin saber nada. Tío José estuvo un tiempo en Europa ya casado y según me cuentan preguntó en todas las Embajadas sin éxito. También pregunto en los Estados Unidos porque alguien dijo que se había nacionalizado y trabajaba en la Nasa como Ingeniero, pero todo resultó falso, y si lo hizo se cambió el nombre.
Mi cuñado Alain Grandel, francés casado con mi hermana Josefina hizo un tour por toda Europa averiguando en todas la Embajadas y ninguna sabía nada de un tal Oswaldo Sáez.
Mi abuela sobrevivió muchos años al abuelo y murió a los 89 años, quizás con la esperanza de que su hijo volviera, pero a estas alturas por el tiempo pasado nunca sabremos que fue de él.
Quizás el tío quiso desaparecer voluntariamente de nuestras vidas y lo logró.
Por: Guillermo Sáez Álvarez,
29-05-2014
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