lunes, 30 de junio de 2014

CORNELIO VEGAS CONTRERAS,

o el médico de los Pobres y Humildes...

El doctor Cornelio Vegas, era hermano de mi madre, y para mi, un ejemplo de vida... Nació en Cumaná pero fue un eterno enamorado de su Maracay en el Estado Aragua.
Por: J.W. de Wekker Vegas.
Escrito el 16/Nov/2006



Todo niño, todo adolescente, tiene un héroe en la familia… el mío fue mi tío Cornelio… médico general, de cabecera, pediatra, geriatra, ginecólogo y partero quien durante años atendió la ciudad de Maracay; sus manos trajeron al mundo cientos de venezolanos… hombre sencillo que hizo de una profesión que nunca le gustó un apostolado… era Cornelio de un vivir espartano… así le conocí siempre… la consulta, casi siempre, dentro de su casa… allí donde decenas de personas que acudían a buscar su salud… durante lustros cobro 10 bolívares la consulta… a la mitad de sus pacientes los atendía sin cobrarles, y a gran parte de ellos les regalaba las medicinas; cuando no tenía muestras médica que darles, le daba el dinero para comprarlas…


Muchos de sus pacientes pagaban su consulta con gallinas, verduras y las más diversas vituallas, por lo que siempre una mesa bien servida por mí tía Carmen, su inseparable esposa, recibía a sus cuatro hijos, la sobrinada visitante y aquellos, quienes sin tener que comer, nos acompañaban… Carmen era bella, con esa belleza de mujer venezolana, siempre sonriente, alegre y muchas veces enfermera de mi tío; al final ella también recetaba con el conocimiento natural adquirido por la práctica, ganándose el mote de “La Doctora Vegas”…


Si el Socialismo pudiera tener un ejemplo definitorio, ése sería el de mi tío Cornelio… hombre de una extensa cultura universal, con estudios de postgrado en la Universidad de Mujeres en Munich, Alemania… políglota… con perfecto dominio de la ciencia médica en general y con un ojo clínico el cuál alabó muchas veces el sabio Torrealba, Cornelio Vegas Contreras fue la personificación de quien prefirió toda su vida a ser y no a tener; saber y no figurar; dar y no recibir… Cornelio fue un ácrata convencido, un anarquista de vocación… un comunista que nunca requirió de militancia política para demostrar que comulgaba con el pueblo… Cuando estábamos en las guerrillas arriesgó su casa, su vida, su familia al mandar bultos de medicinas rumbo al Bachiller, mi primo Cornelio, por tener su mismo nombre, conoció “Los tigritos” de La Digepol en Santa Mónica, al ser yo herido en la urbana, la de él junto con la de mi madre fueron las únicas caras amigas que estaban cerca de mi.


Todos mueren… y con Cornelio, un día, la parca y el destino se confabularon para arrancárnoslo… muere, prematuramente, junto con Carmen apenas con pocos días de diferencia… su entierro en Maracay fue apoteósico… el más pobre, el menos pobre, el poderoso y el rico juntaron sus lágrimas para despedirle… Maracay le reconoce su labor al inaugurar hace 8 años el "Hospital de día Dr. Cornelio Vegas", en las viejas instalaciones de la antigua Policlínica Maracay, construcción monumental de tiempos del Benemérito General J.V. Gómez; Igualmente el Lic. Antonio María Pérez, ex presidente del Colegio de Periodistas de Maracay, publicó un Libro, titulado "CORNELIO VEGAS CONTRERAS, EL MEDICO DE LOS POBRES", pero por algún motivo, a la fecha de este escrito, no ha sido bautizado todavía; dos mil de sus ejemplares duermen un sueño letárgico desde hace más dos años en los archivos de la Gobernación de Aragua; ojalá a la fecha de hoy (2014), este libro que cuenta la historia de un médico ejemplar, una vez bautizado, pueda llegar a las manos del sin número de médicos que actualmente se forman en Venezuela bajo una nueva óptica de servicio al pueblo, al pobre y al desposeído.


Los actuales momentos que vive Venezuela, pide que hagamos públicos aquellos ejemplos que la sociedad de consumo no consideraba importantes, Cornelio Vegas Contreras nunca fue bien visto por muchos de sus colegas… el representaba la conciencia social que ellos no tenían… No hagamos esta Venezuela de hoy siga segregando a aquel, quien después de toda una vida de entrega, sólo le dejó al mundo cuatro hijos y una vida de labor cumplida.

Concluyo esta semblanza breve, de mi tío, con un escrito editorial publicado en el Diario “El Carabobeño” el 28-05-02, el cuál rezaba:
“... el doctor Cornelio Vegas, un médico que, de haber vivido en otras épocas, sería considerado sin duda alguna un santo, y que es un santo, en el sentido etimológico de la palabra que significa ejemplo, modelo a seguir, persona que debe ser imitada por quienes quieran hacer algo útil y bueno en su paso por la tierra”.

J.W. de Wekker Vegas.
Modificado el 30/Jun/2014







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